viernes, 11 de junio de 2010

El último oficial caído en combate

El último oficial caído en combate
La estela de los oficiales supervivientes se extiende durante todos los conflictos que se producen en los años posteriores a la rota. Encontramos a esos hombres en las sucesivas campañas, en las que algunos obtienen ascensos y condecoraciones pero también caen muertos o heridos. Seguimos su rastro tras la pacificación en 1927 y descubrimos que intervienen en conjuras y pronunciamientos contra la república, en la revolución de Asturias y finalmente tomando partido tras el golpe del 18 de julio. Durante la guerra un gran número de ellos son ejecutados. En algunas ocasiones son milicias republicanas quienes los conducen a cementerios o cunetas, pero también otros son fusilados por el bando nacional. A los que caen bajo represalias hay que sumar los que mueren en combate. Cada vez quedan menos y llevan mucha guerra a sus espaldas. Sin embargo y a pesar de la larga y cruel contienda, unos pocos aun encuentran motivación para participar en la segunda mundial. Tres de ellos partirían hacia la lejana Rusia formando parte de la División Azul. El 3 de junio de 1942 falleció el comandante Joaquín de los Santos Vivancos, siendo jefe del 1er Batallón del 263 regimiento de infantería de la 250 División alemana. La División Azul, La Blau. Fue este jefe, el último oficial superviviente de Annual muerto en combate.
Joaquín De los Santos Vivancos. 1896-1942

Marruecos
Joaquín nació en Valencia el 8 de agosto de 1896. Siendo muy pequeño la familia se trasladó a Castellón. Ingresó en el ejército como soldado voluntario en octubre de 1910 a la temprana edad de 14 años y juró bandera en el patio del regimiento de infantería Tetuán 45 en la capital de La Plana. En julio de 1918 supera las oposiciones e ingresa en la academia de infantería en septiembre del mismo año Sus hermanos Miguel y Antonio lo hacen en Valladolid como cadetes de caballería. El 7 de de julio de 1921 obtiene el despacho de alférez de infantería.
Pocos días antes del desastre Joaquín es destinado al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Melilla 2. En esos momentos en el Grupo servían 13 alféreces de infantería (1 ER) y 4 de caballería (1 ER). Se incorpora a su unidad días antes de producirse la retirada. Participa en los intentos de auxilio a Igueriben y se halla en el campamento general cuando se toma la decisión de abandonarlo. La gran mayoría de compañeros de empleo pueden salvar el pellejo. Entre ellos se hallan los hijos de Fernández Silvestre, Navarro y Jiménez Aguirre. El único alférez muerto en combate del grupo fue Fernando Tomasetti Caritat que falleció cerca de Taouima.
Durante el resto del año continuó en el mismo destino y participó en la reconquista del territorio perdido. En enero del año siguiente las columnas españolas estaban a punto de recuperar la importante posición de Dar Drius. El lunes 9 fue herido en la toma de Dar Azugaj, en aquella posición que meses antes defendió una sección de San Fernando al mando del alférez Ruiz Tapiador. La columna de Cabanellas en la que estaba integrado el grupo de regulares, ocupó la posición y recuperó cadáveres y pertrechos. Entre aquellos esqueletos se pudo reconocer al ingeniero de minas Gabriel Ramos y tres de sus obreros que murieron al intentar dar alcance a la columna del general Navarro. Ese día murió el teniente Narciso Pérez de Guzmán el Bueno, uno de los pocos oficiales que escaparon con vida de Alcántara 14. Su cadáver fue llevado a la plaza y sus padres, los condes de Torre Arias, le dieron sepultura en Madrid.

Concesión Medalla militar colectiva al GFRI 2



Joaquín se recupera de sus heridas y vuelve al grupo que sigue a las órdenes de Núñez de Prado. Los combates se suceden sin interrupción: Hasi Berkan y el Muluya en marzo, avances sobre Tikermin y Arkab en abril y los duros combates en Tuguntz. Día tras día las columnas de Cabanellas, Federico Berenguer, Fernández Pérez y Saro conquistan aquellos lugares donde aun flotaban las tristes historias de sus defensores. Al año siguiente coincide en la unidad con su hermano Antonio, alférez de caballería. Ambos, como el resto del grupo, son condecorados con la medalla militar individual colectiva por su actuación en los combates de Tizzi Azza desarrollados entre el 28 de mayo y el 5 de junio. Poco después se produce el relevo en el mando al ser designado el teniente coronel Sebastián Pozas en sustitución de Núñez de Prado que es ascendido a coronel. En julio, en una vibrante arenga, Pozas hace entrega al grupo de la bandera nacional que les ha concedido el Rey. Pocos días después Joaquín asciende a teniente aunque permanece en el mismo destino. Sobre sus espaldas dos años de duros combates en una unidad duramente castigada por las bajas.


Miguel Nuñéz de Prado y Sebastián Pozas Peréa


En abril de 1924 la familia de los Santos sufre un duro revés al morir en accidente de aviación Antonio. Piloto aviador y teniente de caballería que se hallaba destinado en la escuadrilla de Melilla desde diciembre de 1923, falleció en accidente en el aeródromo de Taouima. En aquellos momentos coincidían en Marruecos cuatro hermanos. Joaquín Luís y Miguel en regulares y el fallecido Antonio en aviación. Su cadáver es enterrado en el cementerio de la Purísima Concepción. Tras una larga permanencia en campaña Joaquín es ascendido a capitán por méritos contraídos en diferentes operaciones y con antigüedad de 30 de septiembre de 1926. Tras la pacificación regresa a su tierra y ocupa una vacante en el regimiento de Tetuán. Sobre su pecho luce varias cruces rojas conseguidas en Marruecos.

España

La sublevación le sorprende en su ciudad, donde se halla en situación de disponible. En Castellón el teniente coronel Primitivo Peire Cabaleiro era el jefe del batallón de ametralladoras y comandante militar de Castellón. Entre los oficiales que se mostraban partidarios de sublevarse destacaba el comandante Carlos García Vallejo. Su anterior implicación como instructor del requeté le hacía propicio para encabezar el levantamiento. Peire se mantuvo leal y García Vallejo no encabezó ninguna sublevación ni sacó las tropas a la calle. A pesar de esas presuntas vacilaciones se incorporó al ejército republicano donde se forjó una brillante carrera. Estuvo al frente de brigadas mixtas, divisiones y hasta del IX Cuerpo del ejército. En junio de 1938 fue condecorado con la prestigiosa medalla al valor y fue ascendido a coronel. Tras la guerra fue detenido, y condenado en 1942 a treinta años de reclusión. Fue indultado en 1945 y puesto en libertad. Falleció en febrero de 1949 cuando contaba 57 años. En 1979 su hija obtuvo del gobierno de la nación la amnistía.


Regimiento de infantería Tetuán 45, Castellón.

De los Santos decide fugarse de la capital e incorporarse a las tropas del bando nacional. Sin duda en su ánimo debieron influir dos matanzas. La primera ocurrida la noche del 29 de agosto en el barco prisión Isla de Menorca anclado en el grao de Castellón. Esa noche milicianos incontrolados sacan a 57 hombres y los fusilan sin contemplaciones. Entre ellos figuran el coronel Julio Rivera Atienza y el teniente coronel Melchor Monzonis Soler padre del laureado Teniente Monzonis muerto en combate en 1926. Junto a ellos varios sacerdotes, oficiales, guardias civiles y simpatizantes del bando nacional. En segundo lugar el fusilamiento masivo en Valencia de oficiales adeptos al levantamiento entre los que se encontraba su hermano Luís y un gran número de oficiales.
La fuga la realizó desde el puerto de Burriana debido sin duda a que debía estar menos controlado que el de la capital. Tuvo que preparar bien la fuga ya que en aquellos días se habían cometido en la población muchos fusilamientos. En el cementerio conviven las lápidas de las victimas de la represión republicana con las que se producirían al ocupar el pueblo las tropas del general Aranda.
Desde Burriana consigue tras un largo viaje llegar hasta Marsella. La armada de guerra vigilaba el litoral lo que convertía la travesía en un trayecto poco seguro. En aquellas operaciones de bloqueo en el litoral valenciano intervino otro superviviente de Annual. El Laya, que tan buenos servicios prestó en la evacuación de las posiciones costeras, tuvo que cruzar disparos contra el Balares y el Canarias. Su comandante en 1921 el capitán de fragata Fco. Javier Salas González fue fusilado en Paracuellos del Jarama el 7 de noviembre de 1936. Su hermano de clase, el Lauria, quedó en poder de la armada nacionalista. Su comandante Tomás Calvar Sancho pudo salvar la vida. Murió en el Ferrol en abril de 1944 tras asistir a un encuentro de fútbol entre el Ferrol y Celta de Vigo. Su hijo Tomás, capitán de artillería, fue defensor del Alcázar de Toledo. Los dos cañoneros fueron dados de baja en 1940 tras treinta años de servicio.

Laya y Lauría

Desde Marsella y gracias a la red de espionaje montada por el mando nacional consigue incorporarse a la zona sublevada y es destinado al ejército del Sur. La primera unidad que mandó fue la 2ª compañía del III Tabor de Regulares de Larache. Su brigada la dirigía el teniente coronel Rodríguez de la Herrán y la 102 división el coronel Castejón Espinosa. Aunque fue organizada en Andalucía, la unidad tenía su cuartel general en Extremadura, en la comarca de la Serena. En enero del 38 participa en las operaciones que se desarrollan para ocupar la sierra de Acebuche en el alto Zujar. Tras su paso por regulares es destinado al regimiento Cádiz 33 que tiene concentrados la mayoría de sus batallones en la 23 División al mando del coronel Juan Herrera Malaguilla que era el jefe del regimiento de Cádiz en julio de 1936. Tenían su cuartel general en el balneario de Fuentealegría, en la provincia de Córdoba. En el primer trimestre del 38 la división es reestructurada y el mando lo asume el general Francisco Borbón de la Torre y las dos brigadas, los tenientes coroneles Martos Peña y Sagrado Marchena. En julio se le habilitó como comandante. Poco antes de acabar la guerra es destinado a la 22 división como jefe del 8º Tabor de regulares de Ceuta 3 y se le reingresa en la escala activa. Fue entonces su jefe el coronel de infantería Eduardo Álvarez Rementeria que había protagonizado una meteórica carrera. El 18 de julio era capitán de infantería en Sevilla y fue uno de los puntales de la sublevación en la capital hispalense. Joaquín finaliza la contienda siendo comandante con antigüedad del 18 de marzo de 1938 y habiendo sido propuesto para recibir la medalla militar individual.


Frente de Andalucía, invierno de 1938

De nuevo vuelve a su ciudad. El antiguo Tetuán 45 se ha convertido en 10º regimiento de infantería, aunque años después volvería a recibir su antiguo nombre, y como tal tomó parte en la guerra de Sidi Ifni donde el regimiento con el numeral 14 destacó el batallón de maniobras que formaban 496 hombres. Durante aquella breve etapa en Castellón el comandante recibe la medalla militar de manos del general Aranda Mata, capitán general de la región militar de Valencia. Fue el último cargo que ocupó el laureado general ya que posteriormente se vio involucrado en conspiraciones con el objetivo de retornar la monarquía. Le salvó su brillante historial y no fue hasta la llegada de la democracia que se le ascendió a teniente general.
Al comenzar esta investigación encontré datos sobre cuatro hermanos de Joaquín, todos fueron militares. José, el mayor, nacido en 1894 era oficial de complemento en 1915 y posteriormente desparece de los anuarios. Antonio murió en 1924 siendo teniente de caballería y aviador. Miguel ingresó el mismo día que su hermano en la academia de caballería y sirvió sobre todo en regulares hasta 1927, después, desaparece de los anuarios. Finalmente Luís, nacido en 1905, era en 1936 capitán de caballería en el regimiento de Lusitania en Valencia. Fue fusilado junto a 2 tenientes coroneles, 1 comandante, 6 capitanes, 16 tenientes, 4 alféreces, 1 brigada y 2 cabos de la misma unidad por milicias republicanas. Su viuda, Vicenta Pons, sufrió todas aquellas guerras. Perdió a su marido en la guerra civil. Su hermano Juan cayó en Marruecos siendo teniente de infantería. Fue fusilado el marido de su madre, que había casado en segundas nupcias con el comandante de artillería Joaquín Pérez Salas y finalmente perdería a su cuñado en Rusia.

Rusia
Al comenzar la segunda guerra mundial España permaneció neutral pero autorizó a sugerencia de Serrano Suñer la creación de una unidad de voluntarios, que integrada en el ejército alemán sería enviada a Rusia. En junio de 1941 el alto mando alemán dio el visto bueno y se puso en marcha la llamada Einheit spanischer Freiwilliger conocida por todos como la División Azul.
Uno de esos jefes que se ofrecieron voluntarios fue nuestro protagonista. Se le encargó la organización de uno de los batallones. No fue el único superviviente de Annual que partió a la lejana Rusia. El laureado coronel Miguel Rodrigo Martínez (compañero de grupo en 1921) y el comandante José Guedea Millán Astray compartieron desde el primer momento destino con Joaquín.


Grupo de Guripas


La unidad sería bautizada como la 250 División del ejército alemán integrada en el XXXVIII cuerpo de ejército. Fue su primer jefe el general Muñoz Grandes. La formaban los 262, 263 y 269 regimientos de infantería, el 250 regimiento de artillería, grupo anticarro, ingenieros, sanidad y cuartel general. El comandante de los Santos estaba al frente del I batallón del 263 regimiento. Era su jefe un viejo conocido de las campañas de Marruecos y de la guerra civil, el coronel José Vierna Trápaga.
El 30 de mayo de 1942 el batallón se hallaba destinado cerca de la aldea de Kopzy. Mientras la oficialidad estaba reunida en un barracón explotó un morterazo. El impacto mató a 1 teniente de ingenieros, 3 soldados y dejó mal herido al comandante de los Santos y al capellán Lorenzo Pina Pérez (26-04-1896, capellán 3º desde 07-08-1926). Ambos fueron trasladados al hospital de campaña de Grigorowo. Pina se recuperó de sus heridas y fue repatriado a España. Sin embargo el comandante no superó las graves lesiones y falleció el miércoles 3 de junio de 1942. Ese día el general Franco inauguraba el pantano de San Bartolomé. Se cumplían cinco años de la muerte del general Mola en accidente de aviación en Alcocero y se publicaba la muerte del general Gorodojansky, jefe del sexto ejercito soviético.
Joaquín fue enterrado en el cementerio de Grigorowo (fila 1, foso 17). Fue substituido en el mando por su amigo el capitán Mora Requejo y posteriormente por el comandante Ramón Blanco Linares. La Blau pagó un alto tributo. Las bajas fueron: 4954 muertos, 8700 heridos, 2137 mutilados y 372 prisioneros. Como bien dicen mis amigos del foro Memoria Blau también hubo un Annual en Rusia.


Cementerio de Grigorowo


Joaquín había sido condecorado con la Cruz de hierro de 2º Clase el 27-04-1942. A pesar de que se publicó que sería repatriado su cuerpo no tengo constancia de que fuera así. El ayuntamiento de Castellón decidió en pleno dedicar una calle en su honor en agosto de ese mismo año. Hoy en día aun sigue llamándose calle Santos Vivancos. Fue el último superviviente de Annual muerto en combate.


Calle Santos Vivancos, Castellón


Bibliografía.
Foro Memoria Blau. http://memoriablau.foros.ws/index.php
Aula militar Bermúdez de Castro. http://www.aulamilitar.com/
Hemeroteca digital La Vanguardia 1921, 1922, 1923, 1924, 1936 y 1942.
Hemeroteca digital ABC. 1921, 1922, 1923, 1924, 1924, 1931, 1936 Y 1942.
Anuario Militar de 1920, 1921, 1924 y 1930.
La División Azul. Las fotografías de una historia. Gustavo Morales y Luís E. Togores. Rizzoli 2008.
Galería Militar Contemporánea. Tomo VII. Medalla Militar. Servicio histórico militar.
Historia de las divisiones del ejército nacional e Historia de las Brigadas Mixtas del ejército popular de la República. Carlos Engel. Almena 1999 y 2000.