viernes, 25 de septiembre de 2009

Antonio y Cesar de Medina. Un grito del alma.

Antonio y César de Medina. Un Grito del Alma

¡Bendito seas, hijo idolatrado,
que en medio de un ejército espantado
tú conservaste el ánimo sereno!
Como buen español y buen soldado
no dejaste tu puesto abandonado.
Cumpliste como bueno
sabiendo tú que el honor obliga,
antes que dar la espalda al enemigo
Preferiste morir. ¡Dios te bendiga
como yo te bendigo!.


Así se expresaba, en 1923, el poeta César De Medina Bocos al recordar la muerte –dos años antes- de su hijo Antonio en Peña Tahuarda. En muchas ocasiones hemos leído y escuchado detalles de la relación entre Antonio de Medina y su novia Margarita Barceló. Conocemos todos los detalles sobre su trayectoria militar y los pormenores de su muerte y comportamiento en la posición “A”. Hoy, quiero recordar el lamento desgarrado, el sollozo, el quejido y la indignación del padre ante la pérdida del hijo.

¡Más amargo que el mar era mi llanto!
¡Más negro que la noche era mi pensamiento!.

Antonio y César de Medina


”Grito del alma” apareció publicado por la editorial Server-Cuesta (Valladolid) en 1950. Se estructuraba en dos partes. En la primera se reproduce una conferencia pronunciada por el teniente Antonio de Medina Castro en el cuartel del décimo regimiento de artillería pesada (Huesca) en 1919. Lleva por titulo “La Patria y la Bandera.”. La segunda parte es una colección de poesías que César de Medina escribió tras la muerte de Antonio en 1921 y que no publicó hasta 1950. El autor cita que no lo hizo hasta entonces... “por motivos patrióticos y porque el problema de Marruecos estaba ya resuelto del modo más favorable y más honroso para el prestigio nacional”.

A pesar de estar escritos en diferentes años, los dos textos se complementan y César de Medina utiliza la conferencia pronunciada por Antonio para construir sus poesías. El resto de poemas hacen referencia a la llegada de Antonio a Melilla, al propio desastre, a las responsabilidades tanto de políticos como de la Patria y a la numantina defensa de la posición. Sobre todos estos conceptos generales flotan el dolor, la amargura por la pérdida, el tiempo no vivido junto al hijo, el olvido y resignación en la que tanto sociedad como políticos sumieron el país. La angustiosa certidumbre de que el cadáver de su hijo quedara abandonado y calcinado por el sol del Rif. La necesidad de buscar responsables, de no olvidar la afrenta, la derrota y la humillación. El poeta necesitaba canalizar todo ese dolor, esa angustia y encontró en la pluma el único refugio donde esconderse tras la tormenta que supuso en su vida la pérdida de Antonio.

Pero quiero cantar, porque mi canto
brota del manantial do brota el llanto
en que me anega mi destino adverso

Y parece que encuentro alguna calma
cuando brota del fondo de mi alma
mojado por las lágrimas, el verso


CÉSAR DE MEDINA BOCOS, UN POETA DE CASTILLA

César de Medina nació en Pedrajas de San Esteban en 1873. Cursó estudios de derecho en las universidades de Deusto y Salamanca y ejerció su profesión de abogado, especialmente como criminalista. En 1907 fue candidato del partido liberal conservador en las elecciones generales y ocupó posteriormente otros cargos políticos. Fue gobernador de civil de Murcia en 1918, de Almería en 1921 y de Vitoria en 1931.
“Enjuto de carne, con perfil semita, rubio, con la hisurta barba florida, acicalada y noble, el don César de mi tiempo tiene estampa bíblica, que resulta entonada con el ceño de la gleba y con la tradición castellana”.
Se casó con Ulpiana Castro Rueda (1876-1961), con quien tuvo 12 hijos. Desde entonces la familia ocupa la casa solariega, que hoy en día se halla en la calle Antonio de Medina. Los restos de gran parte de la familia descansan en el cementerio de Serrada, bajo cuyo arco de entrada César escribió una cristiana décima que sirve de epitafio para los que allí reposan. Él mismo se convirtió en uno de sus moradores el 24 de marzo de 1959.


Cementerio de Serrada


Era César de Medina un poeta de vocación campechana, directa y emocionada hacia las gentes, hacia su tierra. Muchas de sus poesías están inspiradas en la cotidiana vida del campo y en sus quehaceres habituales. Quedó consagrado como poeta en el Ateneo de Madrid en marzo de 1915. En ese acto recitó poemas de su libro “Espigas y racimos”, que confesó haber escrito para deleite de sus hijas y no para ser publicado.

Yo, lector, soy un pobre campesino
Figúrate que estoy en la campiña
cultivando mi viña,
y te veo pasar por el camino.
¡Quieres probar mi vino?
De rústica botija te lo escancio;
es vino de esta tierra; vino rancio.




Serrada, casa de la familia Medina de Castro


LA PATRIA Y LA BANDERA

Antonio fue el único hijo que eligió la carrera militar, ingresó en la academia de artillería en septiembre de 1912, cuando tan sólo tenía 15 años .La mayoría de sus hermanos y hermanas demostraron inclinaciones artísticas. Elvira y Fuensanta dedicaron sus esfuerzos a la pintura. Ernesto, como su padre, fue poeta y José Luís destacó como pintor, escritor y sobre todo escultor. Un gran número de premios y una importante cantidad de obras jalonan su carrera.

El teniente Medina se dirigió al auditorio formado por artilleros de todos los empleos. A pesar de su juventud, tenia entonces 22 años, fue elegido por su general para ser el primer orador de una serie de conferencias. No tenía duda sobre el tema que debía tratar, se hallaba ante militares y todos ellos habían jurado fidelidad a una bandera. Por ella serían capaces de derramar hasta la última gota de su sangre. Esa bandera representa a la patria y todos ellos tenían la obligación de honrarla y rendirle tributo de veneración. Antonio inicia su disertación con un concepto general sobre la patria, a la que no puede definir sin que sus labios vibren de emoción, eso,... es la patria les dice a sus hombres. Les habla de los emigrantes gallegos, castellanos y de otros lugares que deben dejar sus hogares para ganarse la vida. Sentirse en tierra extranjera les acerca a su hogar, se estremecen cuando se encuentran con otro compatriota.
“ Y es que el más fuerte, el más grande , el más noble de los amores, es el amor a la patria. Es el que esta más hondo y más afianzado en nuestro ser. El único que no muere jamás. El que nada ni nadie puede arrancar de nuestras almas, en las que alienta, mientras alienta un soplo de vida en nuestros pechos.”
No quedaba duda del gran amor y respeto que el teniente Medina sentía por su patria y la enseña que la representa. La patria es la madre, la casa donde nos aguardan nuestros seres queridos, el camposanto donde reposan los antepasados. Es ella quien nos protege de agravios, injusticias y del daño que nos pudieran hacer. Estas palabras que salen del corazón de Medina, serían posteriormente las que más dolerían a su padre. Años después Antonio yacía muerto sobre el suelo rifeño y César no podía perdonar la afrenta que le causaba la patria.



Serrada, Valladolid



“De España nos protege la bandera
-dijiste cierto día a tus soldados-
y si fuésemos muertos o ultrajados
a vengarnos vendría España entera”

En lucha desigual, terrible y fiera,
Peleasteis valientes y esforzados,
¡y hoy cubren vuestros huesos dispersados
Del monte Tahuarda la ladera!

¿Y España? ¿dónde está? ¿Qué es lo que hace?
Con gemir y llorar se satisface
y haciendo enmudecer sus cañones.

Guiada por espíritus mezquinos
Halaga a vuestros viles asesinos...
¡y les paga su crimen con millones!



ANNUAL

Con la misma intensidad y emoción, Antonio, les habla a sus artilleros sobre la bandera. Amarillo y rojo... oro y sangre, dorada como el sol, roja como las amapolas, como una boca de mujer, alegre como nuestro cielo. Suenan en el auditorio ecos de viejas gestas, Covadonga, Flandes, Colón. Aquel abanderado que en Garellano perdió un brazo y se negó a ser relevado porque aun le quedaba el otro. Sin embargo nadie entre aquellos hombres, ni entre la jerarquía del ejercito, ni entre los políticos ni los españoles podían imaginar lo que ocurrió el 22 de julio de 1921. No figuraba en los anales de la historia un acontecimiento tan adverso donde se desmontaron de manera rotunda todos los buenos argumentos que Antonio deseaba para sus hombres.
“Y yo sé que todos vosotros defenderíais de este modo nuestra bandera y que, antes de dejárosla arrancar, perderíais la vida y cien vidas que tuvieseis. Honradla siempre.”.
César no fue ajeno en sus poesías a ese sentimiento y dejó bien clara su indignación sobre las conductas infames y el abandono de responsabilidades hacia esa bandera a la que hacía referencia su hijo.

Cuantos en la jornada desastrosa
En fuga vergonzosa
Lo mismo que un rebaño de corderos
Muertos o prisioneros
Cayeron del rifeño al duro encono.
Que la fama su nombre no pregone
Y que Dios les perdone
Como yo les perdono.



Calle Antonio de Medina en Serrada



UNA BANDERA EN TAHUARDA

Tiempo después Antonio substituyó aquel auditorio por las duras tierras del Rif. Llegó a Melilla a bordo del Monte Toro y se incorporó a su destino en la comandancia de artillería. Desde sus diferentes destinos dejó constancia de su gusto por la poesía, sobre todo en sus cartas a Margarita. Entre sus compañeros de armas figuraban otros que también se sentían atraídos por las letras además de las armas. Leopoldo Aguilar, Díaz Sanchís, Antonio de Medina y algunos más. Todos ellos formaron parte del club de los poetas muertos. Aquella bandera a la que hacía referencia en su parlamento ondeó hasta cuatro días después de la rota de Annual. César recordó en sus elegíacas estrofas la resistencia de los hombres de intermedia A:

EL ÚLTIMO CAÑONAZO
I
En todas las restantes posiciones
Ya no quedaba en pie ningún soldado.
huían por el campo desolado
los tristes fugitivos pelotones.

Entre llantos, gemidos, maldiciones
Y gritos de dolor desesperado
solemne resonaba acompasado
el fuego regular de tus cañones.

Sobre ellos tremolaba la bandera
que el sol poniente con su luz postrera
teñía de sangrientos arreboles.

Y su estampido, que sonaba a gloria,
Dijo a España que fieles a su historia
Allí alentaron pechos españoles.

II

Cuatro veces el sol de un nuevo día
puso en tus sienes aureola de oro,
y todavía el retumbar sonoro
del duro bronce sin cesar se oía.

Era el león de España que rugía
llenando con su voz el campo moro.
¡Era el león a quien hacía coro
De hienas y chacales la jauría!

Tu noble pecho por el plomo herido
tiñó de rojo el bronce enardecido,
y dando fin al épico combate,
lanzo el cañón el último estampido

¡Era de España el postrimer latido,
que ya su muerto corazón no late!.







LA INDIGNACIÓN

El cadáver del Teniente Medina quedó abandonado hasta que casi tres años después fue recuperado y enterrado en el Panteón de Héroes. César era gobernador civil en Almería y se trasladó a Melilla en octubre de 1921. Realizó el viaje en el Monte Toro, tal y como Antonio hizo tiempo atrás. Sus esfuerzos resultaron baldíos y la única información que pudo recabar procedía de prisioneros liberados o evadidos y era completamente pesimista sobre su final. Pasado el tiempo se conoció su historia de amor con Margarita y ella se convirtió en la novia de intermedia A. Sin embargo poco o casi nada conocemos sobre el sufrimiento de César y menos aun de las tristes y afligidas letras que escribió al morir Antonio.



Antonio y Margarita

¡Oh casta luna, Luna piadosa:
Contempla mi dolor, oye mi lamento
con que importuna, a la callada noche
un mísero español, padre y patriota
que llora de dolor... y de vergüenza!

César mostró su indignación hacía políticos y también militares. Cuando se desplazó a Melilla esperaba poder recuperar el cadáver de su hijo y no fue posible ya que aun no se había reconquistado el territorio perdido. No era capaz de entender que aquella patria no pudiera vengar la afrenta. Que a pesar del gran ejército que se desplegó en la comandancia no se pudiera vencer a los hombres del Jatabi. Mostró su repulsa hacia los métodos de pacificación y la política de acuerdos con los jefes rifeños.

Anhelando vengar el duro ultraje,
España entera traspaso el estrecho.
Yo también fui a recoger piadoso
las amadas reliquias de mi hijo,
siguiendo confiado la bandera
de esta nación que en el pasado
en triunfo recorría el mundo todo.
¡Con qué intensa emoción, con que entusiasmo
de patriótico amor mi pecho ardía
cuando flotaba desplegada al viento!
¡Qué ciega fe en la empresa me alentaba
Al contemplar el bélico aparato
con que España lanzase a la pelea!
y que inútil mi afán, mi empeño loco.
¡No pudimos llegar; no hemos llegado;



La obra de César finaliza con una epístola dirigida al entonces Ministro de la Guerra Niceto Alcalá Zamora. En ella carga duramente contra la figura de lo que denomina “E.N.D.P.” (Escuela Nacional De Prisioneros). El objetivo de su sátira recayó en el sargento Basallo, que ya había sido liberado tras el largo cautiverio en Axdir. Es sin duda alguna la crítica más dura de toda la obra. Resulta sorprendente, ya que al sargento se le rindieron muchos homenajes en diferentes ciudades y sus virtudes fueron loadas por otros compañeros. Me cuesta pensar que los testimonios de tantos compañeros de presidio sean falsos o exagerados. Además creo que hubiera sido más acorde con la realidad cargar contra el general Navarro o el coronel Araujo. Finalmente decido que no debo incluir en este reportaje los versos que le dedicó a Basallo porque me parece injusto que aparezca como el único miembro de la escuela nacional de prisioneros. Únicamente incluyo el prólogo para dar una idea del pensamiento de César:
“La prensa de entonces, mal informada, rodeó al sargento Vasallo de una aureola de heroísmo y abnegación que no correspondía a la realidad de su conducta ni convenía a lo que debe presentarse a la juventud como ejemplo modelo de las virtudes militares, de la raza.”


Sargento Manuel Basallo y Niceto Alcalá Zamora


Apéndice
Durante la etapa de César como gobernador de Almería ocurrió un hecho llamativo y poco conocido que incluiré en esta narración. El 21 de enero de 1922 se estrenaba en el teatro Cervantes la obra de Vidal Planas, “Santa Isabel de Ceres”. La protagonista era Conchita Robles. La obra había levantado cierta polémica al tratar sobre las “vendedoras del amor”. Se había advertido al público que en el transcurso de la misma sonarían disparos y moriría alguno de los personajes. Entre los asistentes se hallaba César de Medina y como todos, esperaba lleno de curiosidad el inicio de la controvertida representación. Poco después de bajar el telón suenan disparos y sobre las tablas se derrumba Conchita Robles. El público aplaude a rabiar y quedan sorprendidos por sus dotes interpretativas. La sorpresa fue mayúscula al darse cuenta la audiencia que los disparos eran reales y la actriz yacía sin vida sobre el escenario.
Entre las bambalinas se hallaba el culpable del homicidio. Se trataba del comandante de caballería Carlos Berdugo Bonet, ex marido de Conchita de quien se había separado recientemente. En su delirio el oficial asesinó también al joven tramoyista Manuel Aguilar de tan solo 16 años. Tras el doble crimen Berdugo se descerrajó un tiro en la sien y quedó malherido. César fue de los primeros en auxiliar a Conchita y nada pudieron hacer por salvar su vida.
Días después César asiste en la capital al entierro de la actriz que contaba con tan sólo 27 años. El comandante se recuperó de sus heridas, aunque perdió un ojo. Tras ser juzgado se le condena a cadena perpetua. La obra no se estrenó y quedó maldita. Meses después el autor de la misma (Vidal Planas) asesinó en Madrid al diputado y escritor almeriense Luís Antonio de Olmet. Posteriormente uno de los decoradores del escenario asesinó a un aristócrata que parece ser que intentó seducir a su pareja. No fue el último asesinato ya que uno de los actores del elenco, Alfonso Tudela, fue muerto por su suegra que le degolló con una navaja de afeitar.
La leyenda de Conchita no finalizó tras su entierro. El año pasado en Cuarto Milenio Iker Jiménez presentó al escritor almeriense Alberto Cerezuela, autor de la obra “La cara oculta de Almería”. Entre los relatos se habla del crimen del teatro Cervantes. La leyenda dice que aun habita en su interior el fantasma de la actriz.




Conchita Robles



Bibliografía:
-Fotografías de Serrada-Valladolid- realizadas por Jose Ignacio Alderete. Gracias Jose.
-Cesar de Medina Bocos. Grito del Alma. Server-Cuesta. Valladolid 1950
-Antonio de Medina Castro. La Patria y la Bandera. Conferencia pronunciada en 1919 y publicada junto a la obra de su padre en 1950.
-Hemeroteca de La Vanguardia. 1921-1922 y 1923
-www.mundomusicalmeria.com/crímenes/1923

-www.pedrajas.net/pedrajas/NOTICIAS/2002/INVIERNO/cesarmedina.htm

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Las tres posiciones Intermedias. Tres Capitanes. 2ª Parte

Las Tres posiciones Intermedias. Tres capitanes, 2ª parte.

MARCIANO GONZALÉZ VALLÉS



Nació el 31 de agosto de 1886 en Santiago de Cuba. Era hijo del entonces capitán Florentino González Valdés y de Balbina Vallés Morales. Con tan solo 14 años ingresa como soldado voluntario en el regimiento Zaragoza 12 de guarnición en Santiago de Compostela. Juró bandera en septiembre de 1900. Permanece, tras su ascenso a cabo en 1901, en el mismo destino hasta su ingreso como alumno de la academia de infantería el 31 de agosto de 1903. Tras una formación en Toledo de dos años y once meses obtiene el despacho de 2º teniente el 13 de julio de 1906.
Su primer destino como oficial vuelve a ser el Zaragoza 12, donde permanece un año y 6 meses. Con posterioridad pasa a formar parte del cuadro de oficiales del regimiento de Castilla 16, donde asciende a 1er teniente. Tras otra breve estancia en Santiago solicita y obtiene plaza como oficial del regimiento de Melilla 59. Su llegada a la ciudad se produce en plena campaña de 1909 y su bautismo de fuego se produce el 31 de agosto al proteger un convoy en la 2ª Caseta. Desde entonces participa en un gran número de misiones. Hay que tener en cuenta que el regimiento de Melilla se destacó considerablemente en la campaña del nueve. Tan alta participación propició que fuera condecorado y citado como distinguido en varias ocasiones.
Nada más finalizar la campaña de Melilla se producen en 1911 los ataques en la línea del Kert, lo que motiva el inicio de otro nuevo periodo de operaciones. Esta vez el teatro de las mismas se aleja de la plaza.
El teniente González participa en las primeras acciones en agosto, en la columna que manda el teniente coronel Adolfo Pahisa. Un año después el jefe de su columna se convertirá en su suegro al casarse González Vallés con Herminia Pahisa y López Queralt. El matrimonio tuvo lugar el 8 de mayo de 1912 y tras su permiso volvió al regimiento donde permaneció hasta su ascenso a capitán el 3 de marzo de 1913. Su primer destino fue el regimiento de San Fernando 11 en calidad de agregado. Poco duró su estancia en el mismo, ya que de nuevo fue destinado por RO al regimiento de Melilla. Su primer mando lo ejerció como jefe de la 6ª compañía del II batallón. En febrero del año siguiente según oficio de la comandancia militar de Melilla es nombrado ayudante mayor del regimiento que en ese momento mandaba el coronel Luís Riera Espejo. Durante esta estancia su comportamiento en combate fue citado en dos ocasiones como distinguido en la orden del día.
Tras una estancia de seis años en el protectorado es destacado a la caja de reclutamiento Lugo 111 y posteriormente a la zona de reclutamiento de Lugo 53, donde permaneció por espacio de dos años.

Tras su burocrático destino, solicita y obtiene plaza de nuevo en Maruecos. El 28 de agosto de 1918 desembarca en Melilla y se incorpora al regimiento de infantería África 68. Su primer servicio fue el mando de la 5ª Cia del III Bon. A la postre sería este su último destino antes de morir en combate. De nuevo es citado como distinguido en acciones en 1918 y 1919 al mando de diferentes compañías del regimiento. Participa íntegramente en la campaña que llevó a cabo el General Fernández Silvestre, y así le encontramos en enero de 1921 en la ocupación de Annual. Poco antes del derrumbamiento se hallaba al frente de la 4ª Cia del III batallón que mandaba el teniente coronel Fernández Tamarit. Tras la caída de Abarran asume el mando accidental del Bon al sustituir al comandante José Claudio y participa en la toma de Igueriben. Una semana antes de la debacle se le cambia el mando de su unidad y asume el de la compañía de ametralladoras del I batallón. Muere en combate el 9 de agosto en Monte Arruit, adonde había llegado tras replegarse de Intermedia C el 22 de julio. Su cadáver fue recuperado el 27 de octubre y fue trasladado y enterrado en el cementerio de Melilla.
Hasta su muerte permaneció en el ejército un total de 20 años, 11 meses y 11 días. El tiempo de permanencia en campaña fue de 5 años, 6 meses y 4 días. Había cursado el árabe y hablaba y traducía el francés. Su talla, como la media de la época, era de 161 cm.

ASCENSOS
31-08-1900 Soldado de Infantería
01-04-1901 Cabo por elección
01-09-1903 Alumno de la academia de infantería
13-07-1906 2º Teniente por promoción
13-07-1908 1er Teniente por propuesta extraordinaria
30-03-1913 Capitán por antigüedad

CONDECORACIONES
1903- Medalla De Alfonso XIII
1910- Cruz de primera clase del mérito militar con distintivo rojo
Medalla de Gerona
Medalla de Melilla
1911- Cruz del merito militar con distintivo rojo pensionada
Cruz del merito militar con distintivo rojo pensionada
1913- Pasador del Kert
1915- Medalla de plata de los sitios de Zaragoza
Cruz del mérito militar con distintivo rojo pensionada
1916- Cruz del mérito militar con distintivo rojo sin pensión
1918- Pasador de Melilla
1920- Cruz del mérito militar con distintivo rojo sin pensión

Teniente Coronel García Esteban,a la derecha, Capitán Gonzaléz Vallés.




POSICIÓN INTERMEDIA “C”

Jefe: Cap. A 68 González Vallés
Fuerzas: 1ª Cia/III Bon A68. Tte. Fernández Capalleja y Alféreces Díaz Sanchís y López Jiménez.
Cia. Amet. III Bon A68. Cap. González Vallés. Solo parte de la Cia, pues el resto quedó en Annual
Pérdida: Retirada 22/07. La posición había sido situada el día 20.

Oficiales Intermedia “C”

Manuel Fernández Capalleja y Fernández Capalleja. F/Nto. 11-08-1898. Ingresó en el ejército el 05-09-1914.Alférez 25-06-1917. Teniente 25-06-1919. Fue dado por desaparecido en Monte Arruit.
José Díaz Sanchís : Nació en Alicante el 30 de junio de 1895. Hijo del doctor José Díaz Rico y de Isabel Sanchís Pujalte. Antes de su estancia en Marruecos había colaborado en las paginas del Eco de Levante, donde firmaba con el seudónimo de “Fray Melones”.No era el único oficial que demostraba un interés por la literatura. En otro capitulo dedicaré un recuerdo a ese club de Poetas y tenientes muertos. Ingresó en el ejército el 11-07-1914, había servido en el regimiento de la Princesa y posteriormente en el de África 68. Parece ser, según dicen las crónicas, que fue herido el 28 de julio y quedó mermado de fuerzas, aunque siguió resistiendo con sus hombres en Monte Arruit. Finalmente fue dado por desaparecido tras la capitulación. Tras la reconquista del territorio fue recuperado su cadáver. Para poder identificarlo se trasladaron a Melilla su padre y su tío Antonio Sanchís Pujalte. La prensa de aquel tiempo decía que: “cuando trasladaron los restos del infortunado alférez se depositaron en una caja de cinc y esta, a su vez en una de madera envuelta en la bandera nacional. Desde las siete de la mañana en que llegó el cadáver del militar alicantino, a bordo del vapor «Canalejas», hasta las cinco de la tarde, el féretro estuvo en el edificio de Obras del Puerto. Desde allí sería llevado hasta el ya desaparecido cementerio de San Blas, en medio de una multitud y acompañado por la banda municipal del regimiento de la Princesa. Un acontecimiento doloroso.” El ayuntamiento de Alicante dedicó una calle en su honor, cuya placa fue descubierta por su padre el 26 de octubre de 1923.

Vicente López Jiménez. F/Nto. 15-09-1898. Ingreso 30-08-1917 Alférez 08-07-1920 y destinado en Pamplona en el regimiento Constitución 29. Desde finales de 1919 en África 68. Fue dado por desaparecido tras la capitulación de Arruit.

Veterinaria Militar

VETERINARIA MILITAR EN LA COMANDANCIA MILITAR DE MELILLA EN JULIO DE 1921

1-Subinspectores Veterinarios de 1ª (Coronel): 3 en anuario, ninguno en Melilla
2-Subinspectores veterinarios de 2ª (Teniente Coronel): 11 en anuario, ninguno en Melilla.
3-Veterinarios Mayores (Comandantes): 27 en anuario. 1 en Melilla.
Baltasar Pérez Velasco: 06-01-1874 11-01-1896 Vet. Mayor 11-03-1919. Jefe Veterinaria militar Melilla.
4-Veterinarios 1.os (Capitanes): 111 en Anuario, 8 en Melilla.
Ladislao Coderque Gómez 27-06-1869 09-04-1897 Mixto Art.
Agustín Elvira Sadava 28-06-1869 10-11-1904 Alcántara 14
Bonifacio Llevot Guillén 03-04-1887 13-08-1909 30-10-1914 Cdcia. Tropas Intendencia
Candelo Corbín Ondarza 02-02-1888 24-12.1909 12-12-1914 Cia Mixta Sanidad Militar
Gonzalo Espejo Del Pozo 10-01-1892 29-09-1911 18-08-1919 Cdcia. Gral. Melilla
Luís Plaza García 04-05-1890 29-09-1911 27-09-1919 Pol. Indígena
Teofilo dela Ossa Alcázar 22-07-1891 29-09-1911 30-04-1920 Servicios Sanitarios Plaza
Clemente Martínez Herrera 23-11-1891 31-07-1912 10-09-1920 GRI 2

5-Veterinarios 2.os (Tenientes): 83 en anuario, 7 en Melilla.
Alfredo Jiménez Jiménez 22-01-1890 29-11-1912 29-11-1914 Servicios Sanitarios
Eusebio López Maestre y Barcena 15-08-1892 29-11-1912 Cdcia. Ing.
Tomás López Sánchez 30-01-1890 30-09-1913 30-09-1915 Cdcia. Intdcia. MC
Manuel Ulierte Torres 03-04-1892 27-11-1915 27-11-1917 Cdcia. Art.
Francisco Acin Martínez 30-05-1896 12-10-1917 12-10-1919 Cdcia. Intdcia.
Luís Del Valle Cuevas 21-06-1890 12-10-1917 12-10-1919 Rgto. Mixto. MC
Enrique Ortiz De Landazuri Rodríguez 09-03-1897 12-10-1917 12-10-1919 GRI 2 MC

6-Veterinarios 3.os (Alféreces): 44 en anuario, 6 en Melilla.
Eladio Gómez Díaz 18-02-1896 29-03-1919. Cdcia. Intdcia. Nº 1 de promoción
Luís Doménech Lafuente 21-12-1897 29-03-1919 A14
Eduardo Caballero Morales 05-08-1895 29-03-1919 A14 MC
José Montero Montero 21-02-1895 15-10-1919 A14
Antonio Morado Gómez 17-01-1898 15-10-1919 Pol. Indg.
Federico López Gutiérrez 09-11-1898 28-09-1920 Rgto. Mixto
En el anuario militar de 1921 no aparece el Veterinario 3ª Vidal Platón Bueno03-11-1898. 28-09-1920. Sustituyó en Alcántara al Veterinario Doménech Lafuente.
Total Oficiales Veterinarios en Anuario 1921 279, de ellos destinados en Melilla 22
5 Muertos en combate.

Fechas: 1 Nacimiento. 2-Ingreso. 3-Antigüedad en el empleo.

CABEZAS DE GANADO EN REGIMIENTOS Y COMANDANCIAS
Regimiento de Infantería SAN FERNANDO 11. 216 Cabezas
Regimiento de Infantería CERIÑOLA 42. 225 Cabezas
Regimiento de Infantería MELILLA 59. 185 Cabezas
Regimiento de Infantería ÁFRICA 68. 220 Cabezas
BRIGADA DISCIPLINARIA. 18 Cabezas
Regimiento de Caballería ALCÁNTARA 14. 858 Cabezas
Regimiento MIXTO DE ARTILLERÍA. 807 Cabezas
Comandancia de ARTILLERÍA. 260 Cabezas
Comandancia de INGENIEROS. 264 Cabezas
Comandancia de INTENDENCIA. 762 Cabezas
Compañía MIXTA DE SANIDAD. 116 Cabezas
Grupo de REGULARES INDÍGENAS 2. 559 Cabezas
POLICÍA INDÍGENA DE MELILLA. 848 Cabezas
Total Cabezas de ganado: 5338










VETERINARIOS MUERTOS EN COMBATE:

1- Veterinario 2º: Tomás López Sánchez. F/Nto. 31-01-1890. F/Ing. 30-09-1913
El veterinario López prestaba sus servicios en la Comandancia de Intendencia. Concretamente pertenecía a la 7ª Compañía montada, que el 22 de julio estaba en Monte Arruit. El día 24 recibe la orden de llegar hasta Zeluan para realizar un servicio de aprovisionamiento de municiones. Al quedar cortadas las comunicaciones, debe quedar en la Alcazaba y participa de manera destacada en la defensa de la misma. Desapareció al realizar una descubierta fuera del recinto defensivo. Tras su muerte se le abrió juicio contradictorio para concederle la Laureada. Los esfuerzos y buenos deseos de su viuda Ana fueron baldíos ya que se rechazó la petición. Dejo huérfanos tres hijos pequeños, Anita, Juan Antonio y Carmén.

2- Veterinario 2º: Luís Del Valle Cuevas F/Nto 21-06-1890. F/Ing. 12-10-1917
El 22 de julio se hallaba en Annual formando parte de los efectivos del regimiento mixto de artillería. Desapareció en la retirada a Monte Arruit.
3- Veterinario 2º: Enrique Ortiz de Landázuri Rodríguez. F/Nto 09-03-1897. F/Ing. 12-10-1917.
Prestaba servicio en el Grupo de Regulares Indígenas y el 22 de julio estba junto a los tabores del grupo en Annual. Compartió la misma suerte que su compañero López Sánchez en la defensa de Zeluan. Fue dado por desaparecido tras la aniquilación de la posición.


4-Veterinario 3º Eduardo Caballero Morales .F/Nto. 05-08-1895 F/Ing. 29-03-1919.
Caballero era uno de los veterinarios del Alcántara 14 que se batieron de la misma forma que el resto del regimiento. Murió en combate en Monte Arruit a donde llegó con los restos de su unidad.
Nacido en Bedmar (Jaén). Hijo del veterinario del pueblo, Juan Caballero Ruiz y Ángela Morales Losa. Tuvo muchos hermanos, Juan de Dios, Juan Antonio, Dolores Ana, Teresa Carmen, Antonio, Ángela, Santiago, Teresa y Juana. Siendo en 1921 alcalde su hermano mayor-Juan de Dios- y tras la muerte de Eduardo este se traslada a Melilla para comprobar la muerte del mismo. Años después durante la dictadura se le honra con una calle en su pueblo-Teniente Caballero- y una placa en su honor en la casa paterna. Dicha placa no fue colocada hasta que no murió su madre que quedo muy afectada por la muerte del hijo menor en Melilla.
5-Veterinario 3º: Vidal Platón Bueno. F/Nto 03-11-1898 F/Ing. 28-09-1920. Corrió la misma suerte que su compañero entre los escuadrones de Alcántara.


Tiempo después, en marzo de 1924, en la antigua escuela de veterinaria de Embajadores en Madrid se descubrió una placa que recordaba su memoria. La lápida fue costeada por suscripción entre la clase veterinaria. La comisión organizativa estuvo a cargo de Felix Gordón Ordás (León 1885-Mexico 1973), veterinario y político. Tras la guerra civil llegó a ser presidente de la república en el exilio entre 1951 y 1960. Por parte del directorio tomó la palabra el general Bermudez de Castro, subsecretario de guerra



HERRADORES EN LA COMANDANCIA MILITAR DE MELILLA

1-BERENGUE FABREGAS, JOSÉ HERRADOR 2ª ÁFRICA 68 MC
2-PRADO GARCÍA, ÁNGEL HERRADOR 2ª ÁFRICA 68 MC
3-MARTÍN FERNÁNDEZ, JOAQUÍN HERRADOR 2ª ALCÁNTARA 14. 2º Escd Ileso
4-AGUIRRE JIMÉNEZ, JUAN HERRADOR 1ª ALCÁNTARA 14 2º Escd. MC
5-CARRIÓN MAESO, JUAN HERRADOR 1ª ALCÁNTARA 14 5º Escd. MC
6-GONZÁLEZ GARCÍA, MANUEL HERRADOR 3ª ALCÁNTARA 14 1er Escd. MC
7-SAN LÁZARO VERA, MIGUEL DE . HERRADOR 2ª ALCÁNTARA 14 1er Escd. MC
8-PAVÓN HERRERA, MACARIO HERRADOR 3ª ALCÁNTARA 14. 2º Escd Ileso
9-MEMBRADO ANENTO, ANTONIO. HERRADOR 3ª ALCÁNTARA 14 2º Escd. MC
10-MIRANDA ESCRIBANO, FRANCISCO. HERRADOR 2ª ALCÁNTARA 14 2º Escd. MC
11-ESPINAR GARCÍA VARELA, JOSÉ. HERRADOR 3ª ALCÁNTARA 14 3er Escd. MC
12-JIMÉNEZ CANO, LUÍS. HERRADOR 3ª ALCÁNTARA 14 4º Escd. MC
13-MUÑOZ MÁRQUEZ, CRISTÓBAL. HERRADOR 2ª ALCÁNTARA 14 4º Escd. MC
14-ROMÁN CEREZA, DOMINGO. HERRADOR 3ª ALCÁNTARA 14 5º Escd. MC
15-ROJAS VALDAJOS, JOSÉ. HERRADOR 2ª ALCÁNTARA 14 6º Escd. MC
16-MOYA COLAS, JOSÉ. HERRADOR 1ª ALCÁNTARA 14 Ileso
17-TORROBA PASCUAL, CARMELO. HERRADOR 1ª ALCÁNTARA 14 Ileso
18-GARCÍA DE LA FUENTE, MANUEL. HERRADOR 1ª ALCÁNTARA 14 MC
19-GARCÍA COMENDADOR GALLEGO, LUCIANO HERRADOR 3ª GFRI 2 MC
20-SÁNCHEZ MARCO, RAMÓN. HERRADOR 1ª GFRI 2 MC
21-SOSA ÁLVAREZ, PEDRO. HERRADOR 1ª GFRI 2 MC
22-ZAMORA SORIANO, JUAN. HERRADOR 2ª GFRI 2 MC
23-LIZCANO RUIZ, ANTONIO. HERRADOR 2ª Cdcia. Ing. MC
24-PALOMEQUE TAPETAO, JULIO. HERRADOR 2ª MELILLA 59 MC
25-RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, ADOLFO HERRADOR 2ª MELILLA 59 MC
26-ESCRIG PEDROS, JUAN. HERRADOR 1ª Policía Indígena MC
27-LOZANO GARCÍA, JOSÉ. HERRADOR 1ª Policía Indígena MC
28-SALVADOR CORTES, LEOPOLDO. HERRADOR 1ª Policía Indígena MC
29-BARQUERO CARVAJAL, FERNANDO HERRADOR 1ª Rgto. Mixto Art. MC
30-CASTELLÓ VILA, RAMÓN. HERRADOR 1ª SAN FERNANDO 11 MC
31-RAFAEL REQUEJO. HERRADOR 1ª. GFRI 2 Herido en Zeluán

Total Alcántara 14: Quince Herradores, de ellos, 11 Muertos en combate.

PROFESORES DE EQUITACIÓN

Profesor Mayor (Comandante) Salvador Calderon y García Negrete 15-08-1876 04-10-1893. 29-02-1920. Comandancia Gral Melilla
Profesor 1º(Capitán) : Joaquín Paniello González 13-11-1883 01-08-1903 11-11-1920. Cdcia Intdcia.
Pofesor 2º(Teniente) : Moisés Gómez Tabanera 25-11-1890 01-10-1910 11-11-1920 Cdcia. Ing.



















Herrador de 1ª Rafael Requejo. Grupo de Regulares, logró evadirse de Zeluan donde había sido hecho prisionero.


Bibliografía:
Anuario militar 1921
Antonio Bellido Andreu. “El Alcántara en la retirada de Annual”. Ed. Colección Adalid.
Vizconde de Eza. “Mi responsabilidad en el desastre”.
Datos colección particular de Santiago Domínguez Llosa.
Hemeroteca La Vanguardia 1921 y 1922